viernes, 5 de noviembre de 2010

LA EROSIÓN DEL ESTADO

La Real Academia de la Lengua, define el término erosionar como: Desgastar el prestigio o influencia de una persona o institución.

Entonces, más allá de las nociones expuestas por el profesor de las razones por las cuales el Estado se erosiona, es pertinente verter las siguientes líneas en tanto a dicha acepción.

Es importante razonar dos cuestiones basales: 1. El estado mexicano está erosionado? y 2. De ser el caso, porque se ha desgastado su prestigio o influencia?

Las respuestas son: Si está erosionado y la tendencia es que tal proceso continúe; de no tomarse medidas específicas, viables y pragmáticas, nuestro Estado de Derecho seguirá erosionándose de manera irremediable. El resultado de ese tránsito, es un Estado de ingobernabilidad (fallido) citan algunos. Los pesos y contrapesos del poder se han quebrantado y agunos, han claudicado en sus fines. La crisis, cuyo origen lo es la inseguridad y el reposicionamiento del crimen de alto impacto, ha incidido también en los sectores económicos, estructurales, societales e institucionales; es decir, en los pilares del Estado de Derecho. El principio de legalidad ha sido vulnerado y minimizado y está a punto de sucumbir, luhmanianamente hablando, el sistema todo está seriamente comprometido, e incluso se está clausurando con sus homólogos externos, lo cual, en vías de la globalización, a todas luces representa un estancamiento que, como vótice de un ciclón, atrae al vacío todo aquello que pueda ser rescatable.

Ha perdido influencia justamente por las erróneas acciones para combatir la conformación del "parasistema" de la delincuencia corporativa y, al perder ingerencia, se socava desde y hacia afuera, dando a la sociedad la noción de vacío y falta de certeza. Las medidas y acciones se deben redireccionar cuanto antes, los cuadros se deben de reconformar y los resultados reevaluarse. El Estado no puede y ni debe erosionarse, no bajo los esquemas planteados; una cosa es citar a la erosión doctrinalmente y otra muy distinta, que en la práxis ocurra. Es cuanto.

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