domingo, 21 de noviembre de 2010

OTRA NOCIÓN DE LA SEGURIDAD (SEGURIDAD CIUDADANA)

Sabemos que la construcción terminológica de la seguridad, es compleja pero eminentemente socio-político, y que desde el punto de vista societal se puede conceptualizar como aquel entorno social que se caracteriza por un clima de paz, de armonía y de convivencia entre los ciudadanos, que permite y facilita el libre y pacífico ejercicio de los derechos individuales, políticos y sociales, así como el normal funcionamiento de las instituciones públicas y privadas.

Bajo ese esquema, no es le Estado, sino el ciudadano y su libre desarrollo quien ocupa el espacio central en el ámbito de la seguridad, que se convierte entonces en un elemento básico de la calidad de vida, del bienenstar, del desarrollo y del progreso social.

La seguridad ciudadana, desde un punto de vista democrático, es un estadio social que posibilita el desarrollo de la libertad y de los derechos fundamentales y que no depende únicamente de la acción de las fuerzas estatales del orden, sino más bien de la cohesión social y de la solidaridad que de manera real y efectiva exista en una sociedad determinada, en un momento preciso

La seguridad así entendida, se erige como condición toral para la libertad y por ende de una verdadera entronización de la democracia, puesto que el miedo objetivo o subjetivo, impide a la comunidad sentirse libre y, sin libertad la democracia carece de sentido.

La noción pues de la libertad ciudadana, resulta basal en tanto "cohesión social". No se pierde de vista el basamento doctrinario y pragmático de que la seguridad es una función que corresponde al Estado en sus tres órdenes de gobierno. El éxito o fracaso de las estrategias en ese rubro, no son campartidas con la sociedad, quien renunció a parte de sus libertades para que "El Leviatan" le provea la seguridad que su desarrollo requiere; pero, ante el embate del crimen corporativo contra las acciones del Estado, en cuyo despligue cada día en más ocasiones se afecta directamente al segmento societal, ¿qué hace la sociedad "civil" respecto de ello?. Nuestra respuesta: nada. Y basta un sólo argumento demoledor (que en realidad existen un sin fin de ellos), los integrantes de las corporaciones criminales en nuestro país, no representan ni el uno por ciento de la población total. El argumento parece simplista, y en realidad lo es, pero por ello es devastador, el resto es para la reflexión. Es cuanto.

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