viernes, 5 de noviembre de 2010

LA VIGENCIA DE "LEVIATAN"

|En 1651, THOMAS HOBBES, en su obra "Leviatan", describió en el Capítulo XXVII "De los Delitos, Eximientes y Atenuantes", la siguiente consideración:

"Por defecto en el razonar (es decir, por error) propenden los hombres a violar la ley en tres aspectos. Primero, por presunción de falsos principios, como es la errónea apreciación de que en todos los lugares y en todos los tiempos las acciones injustas han sido autorizadas por la fuerza, así como las victorias de quienes las han cometido, y que cuando los hombres poderosos quebrantan las leyes en su país consideran a los más débiles y a los fracasados en sus empresas como los únicos delincuentes. Admitido esto, ningún acto por sí mismo puede ser delito, sino que lo será o no (no por la ley sino) según el éxito de quien lo cometa, y el mismo hecho resulta virtuoso o vicioso, según disponga la fortuna."

Los otros dos aspectos los omito pues no tienen ingerencia en este comentario.

Así, la vigencia de lo escrito por HOBBES hace ya casi tres siglos y medio, se hace patente hoy día en nuestro ámbito nacional; i. e., la presunción de falsos principos, o mejor dicho, principios de "razón de Estado", no han permitido disminuir el flagelo delincuencial que tiene sumido al país en una grave crisis; en esa tesitura, las acciones emprendidas parece que han sido dejadas para ser juzgadas por la "fortuna", lo cual, desde luego en pleno siglo XXI resulta inapropiado (por decir lo menos). Los hombres del poder tienen el doble mandato moral y legal, de no quebrantar la ley; el Estado de Derecho se contrapone a esa práctica, aun cuando fuese por "error", puesto que los errores en materia de gobernabilidad, tienen altísimos costos no sólo para sus protagonistas, sino sobre todo, y por desgracia, para la sociedad a la que se debe servir y garantizar un estadío, por lo menos de mediana certeza y seguridad.

Es cuanto.

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